So what’s the season [of Lent] all about? Here are some possibilities:
- “Giving up” something you like
- Voluntarily suffering to make up for past sins or mistakes
- Maintaining church or family traditions
Why do we “give up” things we like? Is it because God likes us to be hungry, or uncomfortable or to go without pleasure? That makes God sound rather shallow, or even mean, doesn’t it? How about looking at it this way: I choose to give up something I enjoy in order to become more aware of how important it really is to me. When we give up some treat we quickly realize how much we depend upon it for comfort, support or pleasure. This should make us ask ourselves questions: “Why do I need this to make me feel good? Can I be at peace without it? Do I need it or merely enjoy it?” See, we begin to realize that we use so many things as a crutch. There is an old truism: You don’t appreciate something until you lose it. By giving up pleasures we can learn to properly appreciate and use them.
Voluntary penance can likewise give us a great opportunity for insight. If we choose to fast one day a week we are going to suffer hunger pangs. We can offer these up as a sign of our sorrow for the sins we’ve committed. When we go to Confession our sins are forgiven. However, in justice we ought to do something to help make up for the harm our sins have accomplished. By freely choosing to accept a voluntary deprivation we are showing ourselves and the world that we are trying to make up for the harm our sins have caused, and this insight will hopefully inspire us to an ever deeper and more intimate relationship with Jesus.
Is your Lenten practice a “family thing?” Do you choose to do something that you and your family have practiced for years? I think that’s grand. By so doing you are keeping a family tradition alive. This should comfort you as it reminds you of the family you’ve known and loved all your life, even if some of them have long since left this mortal coil. You are continuing something you learned from your parents, grandparents or other beloved person and thus keeping their memory — and their good works — alive in the world. Isn’t that what the Communion of Saints is all about?
I want this Lenten season to be a time of growth and improvement for me, and I hope you want the same. Let’s follow the example of Jesus by practicing prayer, fasting and almsgiving, and let us ask for the grace not so much to do things right as to become more Christ-like because of what we do.
Faithfully yours in seeking the truth,
Douglas J. Guthrie
Pastor
¿De qué se trata esta temporada? Aquí hay algunas posibilidades:
- Renunciar a algo que nos gusta
- Sufrir voluntariamente como restitución por los pecados o errores del pasado.
- Mantener las tradiciones de la iglesia y la familia
¿Por qué renunciamos a las cosas que nos gustan? ¿Es porque a Dios le gusta que estemos hambrientos, incómodo o que no tengamos placer? Esto haría lucir a Dios un poco superficial o malo, ¿no es así? Qué me dicen si lo miramos de esta manera: yo escojo renunciar a algo que disfruto para estar más consciente de lo importante que esto es realmente para mí. Cuando renunciamos a un gusto, en seguida nos damos cuenta cuanto dependemos de este para nuestro confort, apoyo o placer. Por esto debemos preguntarnos: “¿Por qué necesito esto para sentirme bien? ¿Puedo estar en paz sin esto? ¿Lo necesito o simplemente lo disfruto?” Miren, así comenzamos a darnos cuenta que usamos muchas cosas para consolarnos. Hay un viejo refrán que dice: Tú no aprecias algo hasta que no lo pierdes. Por renunciar a un gusto podemos aprender a apreciar y a usarlo propiamente.
La penitencia voluntaria nos puede dar de la misma manera una gran oportunidad para la percepción. Si ofrecemos ayunar un día a la semana vamos a sufrir tormentos de hambre. Podemos ofrecer esto como una señal de nuestro arrepentimiento por los pecados que hemos cometido. Cuando vamos a la Confesión somos perdonados de nuestros pecados. Sin embargo, en justicia, debemos hacer algo como restitución por el daño que nuestros pecados han efectuado. Escogiendo libremente aceptar una privación voluntaria, nosotros estamos demostrando a nosotros mismos y al mundo que estamos tratando de hacer restitución por el daño que nuestros pecados han causado y esperanzamos que esta percepción nos inspire a una más profunda e íntima relación con Jesús.
¿Es su práctica Cuaresmal un “acto de familia? ¿Has escogido hacer algo que tú y tu familia ha practicado por muchos años? Creo que esto es magnífico. Por hacer esto estás manteniendo viva la tra-dición familiar. Esto te debería consolar ya que te recuerda la familia que has conocido y has amado toda tu vida, aún si algunos de ellos ya han partido este espiral mortal. Estas continuando algo que aprendiste de tus padres, abuelos u otras personas queridas, así manteniendo su memoria – y sus buenas obras – vivas en el mundo. ¿No es esto lo que la Comunión de los Santos quiere decir?
Yo quiero que esta temporada de la Cuaresma sea un tiempo de crecimiento y de mejoramiento para mí y esperanzo ustedes quieran lo mismo para ustedes. Sigamos el ejemplo de Jesús practicando la oración, el ayuno y la caridad y pidamos por la gracia, no tanto de hacer las cosas correctas, sino también convertirnos en ser más parecidos a Cristo por todo lo que hacemos.
Fielmente de ustedes buscando la verdad,
Douglas J. Guthrie
Pastor